Hay quienes viven sólo de apariencias. Se presentan al mundo como seres abnegados, que hacen hasta lo imposible para ser buenas personas y ser felices junto a quienes aman. Luego, en la intimidad del hogar, parece que se transformaran pues son totalmente diferentes, el mínimo esfuerzo es motivo de queja, acusan a otros de su infelicidad, buscan constantemente ésa felicidad en cualquier lugar menos dentro suyo que es donde debe estar, no disfrutan de nada y se quejan, se quejan. Si llegan visitas se ponen de nuevo el perfil de la buena apariencia. Pero con el tiempo hasta el mas iluso descubre que estas personas pertenecen al grupo de las personas tóxicas. Entonces, cuando su fantasía se derrumba, tiran todo por la borda, cambian aquella apariencia de "gran persona" , por una nueva pero ésta vez de "víctima"; y bajo ésa apariencia intentan destruírlo todo, incluso a quienes decían amar. Insultan, se quejan, amenazan, se vuelven a quejar. Pero ya no pueden engañarnos, las apariencias, al igual que las máscaras, se caen, y ya todos se dan cuenta de qué clase de persona se encuentra debajo. No se si éste tipo de personalidad podría llegar a cambiarse, tal vez con ayuda sí, pero primero hay que darse cuenta...
Disfruta la vida pero:
Vive y deja vivir.
La felicidad la construye uno mismo.
S.E.R.