jueves, 14 de agosto de 2014

Crisis.

Los cambios bruscos te pegan un sacudón, es como un cachetazo que te obliga a despertar, a reflexionar. Podemos darnos el permiso de llorar, pero la vida sigue y debemos adaptarnos al cambio. Con el tiempo nos daremos cuenta que aquél golpe no fué tan brutal como nos había parecido y que podemos ser felices a pesar de las circunstancias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario